Al día siguiente ya tuvimos la oportunidad de saborear que es a lo que se referían los profesores con formación práctica y con que íbamos a tener la oportunidad de conocer de primera mano la realidad de las empresas.
Visitamos la fábrica de Volkswagen Navarra, fabrica referente en el mundo de la automoción y premiada con el galardón Industrial Excellence Award a la Mejor Fábrica Europea 2014, donde impartiremos una gran cantidad de seminarios y clases, donde aprenderemos de primera mano de las instalaciones más punteras de todo el sector.
La visita comenzó con una charla por parte del gerente de comunicación de la planta, Jesús Zorrilla, donde brevemente nos indicó cuales son los pilares básicos de la fábrica y como estaba estructurada, una breve introducción sobre cuál era la distribución y funcionamiento de la planta, que marcas componían el Grupo Volkswagen (No solo la marca Volkswagen sino muchas más de las que me esperaba) además de los logros y datos de producción de la planta, de los cuales se sienten muy orgullosos (También tienen razones para estarlo).
Además, hizo hincapié en la política de calidad que sigue la empresa, el código de conducta y el compromiso que la fábrica cumple con la sociedad (Educación universitaria, Think Blue Factory, Educación vial…).
Otro aspecto curioso de la visita es que nos hicieran firmar un contrato de confidencialidad. En ese momento se encontraban inmersos en la producción del nuevo Polo y todos los cambios tanto en aspectos del producto como en el proceso de producción eran totalmente confidenciales.
La visita a la planta comenzó en el área de prensado donde a partir de láminas de acero, las cuales llegaban del proveedor con distintas formas geométricas, obtenían piezas con cierta geometría listas para seguir el proceso tras un proceso de troquelado.
El gerente de ese departamento señalo que cada prensa tenía más de 3000 toneladas de fuerza de presión. Había hasta seis prensas y llamaba la atención de como para hacer un cambio de matriz usaban un puente grúa inmenso que recorría todo el tejado para instalarlas.
Mas tarde pasamos a la zona de chapistería donde todos los componentes empezaban a ser ensamblados. Para mí fue una de las partes más apasionantes de la visita ya que se llevaba a cabo prácticamente por brazos robóticos (Aunque también existían operarios encargados de gestionar el proceso y de entrar en acción en caso de avería). Quizá sea importante comentar que la fábrica trabajaba normalmente a triple turno y que las labores de mantenimiento se realizaban los fines de semana (Siempre que la demanda lo permitiese).
Los procesos de pintura y motores no los pudimos ver ya que estaban cerrados a personal ajeno por motivos de seguridad y de calidad del producto.
El siguiente punto que vimos fue el proceso de montaje final, donde se adherían componentes como revestimientos, salpicaderos, parasoles, montantes, luces… (La mayoría de estos elementos recibidos por parte de proveedores).
Y al final pudimos comprobar que cada unidad que era acabada era redirigida a un punto de comprobación donde comprobaban hasta el último aspecto del correcto funcionamiento del coche.
Y con esto concluyó nuestra visita. Personalmente me causó una muy buena impresión esta planta. Se puede comprobar que sus exitosas cifras son el resultado de un ejemplar trabajo de innovación, calidad del proceso y contante mejora. Más tarde volvimos en autobús a Tecnun.
Quiero agradecer desde aquí y en nombre de todos los alumnos del master a Volkswagen Navarra por abrirnos las puertas a su planta. No hay mejor forma de crecer que aprendiendo de los mejores.